La historia de Anís del Mono comienza a finales del siglo XIX y está construida de anécdotas y de inspiraciones llegadas de distintas partes del mundo. Siendo lo más significativo de su etiqueta el rostro del propio mono: sus rasgos humanoides están basados en Charles Darwin.
La historia de Anís del Mono comienza a finales del siglo XIX y está construida de anécdotas y de inspiraciones llegadas de distintas partes del mundo. Siendo lo más significativo de su etiqueta el rostro del propio mono: sus rasgos humanoides están basados en Charles Darwin.